Escuela flamenca del siglo XVII. Después de RUBENS,
Peter Paul (Alemania, 1577 – Bélgica, 1640)
“Combate de las amazonas”.
Óleo sobre cobre.
Marco de época adaptado.
Medidas: 73 x 98 cm; 100 x 123 cm (marco)
Esta obra es una copia, a menor formato, del óleo sobre
tabla pintado por Rubens entre 1616 y 1618, actualmente conservado en
el Alte Pinakothek de Múnich. Además, la composición aparece
invertida, lo que nos indica que el autor tomó como modelo un grabado
de la obra, y no ésta de primera mano, siguiendo una práctica habitual
entre los pintores de la época. Dado que el cromatismo también varía,
aunque se mantiene dentro de una paleta típicamente rubeniana,
podemos confirmar esta teoría.
“El combate de las amazonas” es una de las grandes
obras maestras de Rubens dentro de la pintura de batallas, y se debió a
un encargo de Cornelis van der Geest, comerciante de Amberes que
también había participado en el encargo de “La erección de la cruz” de
la catedral de dicha ciudad. Van der Geest era un experto
coleccionista, y encargó a Rubens la obra para que ocupara un lugar de
honor dentro de su gabinete de pinturas.
Rubens retoma el tema clásico de la amazonomaquia,
y plasma la vitoria de los atenienses de Teseo, identificado por su
casco de plumas en la parte superior derecha (izquierda en el
original), ante el ejército de las amazonas, enviado por Hipólita
desde Asia Menor. La reina de las amazonas aparece junto a Teseo, también
con casco emplumado. La batalla habría tenido lugar en el río
Thermodon, por lo que Rubens sitúa el enfrentamiento sobre uno de sus puentes.
Aunque esta temática fue frecuente en el periodo romano,
especialmente en los sarcófagos, no lo fue en absoluto en el arte
renacentista. Por otro lado, el espíritu netamente barroco de
Rubens nos muestra la lucha con violencia, dinamismo y pasión,
alejándose de la contención clásica y creando un nuevo enfoque para
esta temática. El maestro enlaza los caballos, los jinetes y los
soldados de a pie como si se tratase de una ola humana de violencia.
Destacan especialmente las figuras de la esquina izquierda
(derecha en la tabla de Rubens), donde vemos a una amazona que cae al río,
seguida por su caballo, en contraste con su compañera en la orilla
opuesta, que lucha bravamente contra un ateniense que aparece a su
espalda. Esta tensión, magníficamente lograda, difícilmente podía
ser superada por los artistas de la época, por lo que la obra se
convertirá en un arquetipo del barroco. De hecho, incluso el propio
Rubens retomará esta composición más tarde, como base para su
representación del “Combate en el Puente Milvio” de la serie de
tapices de Constantino.