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sábado, 23 de septiembre de 2017

Tercer y Sexto Trabajos de Hércules






Luca Giordano (Nápoles, 1634 – 1705).
Tercer y Sexto Trabajos de Hércules.
Pareja de oleos sobre lienzo.
Bastidor posterior. Reentelado pps. XIX.
Medidas cada uno: 57x42 cm; 70x54,5 cm (marco).
Pareja de lienzos representando respectivamente dos de los trabajos que Hércules tuvo que realizar para obtener la inmortalidad: la captura de la cierva de Cerinea y la caza de los pájaros del Estínfalo. De Lucas Giordano se conserva en el Museo del Prado "Hércules en la pira", que formó parte de una serie de composiciones de asunto mitológico que el napolitano pintara durante su estancia madrileña para decorar el Palacio del Buen Retiro. Concretamente, los Trabajos de Hércules decoraban el Salón de Embajadores del Buen Retiro o Casón, pero se perdieron. Estos dos lienzos que nos ocupan es probable que los realizara como bocetos para la decoración del Casón. En la primera pintura, vemos a Heracles tomando por los cuernos a la cierva de Cerinia, que debía llevar viva de Enoe a Micenas. La cierva de cuernos de oro estaba consagrada a Artemis, pero había huído y al héroe le estaba encomendado recuperarla. Su musculosa anatomía está modelada por un claroscuro barroco, procediendo la luz de un celaje brumoso, cayendo en diagonal, siendo similar la composición dinámica y barroca que domina el segundo cuadro. En él, Hércules está disparando sus flechas a las aves de Estínfalo. Decíase que arruinaban los cultivos y atacaban al ganado, por lo que Euristeo encomendó a Heracles su exterminio. La figura femenina que aparece en el lado derecho pudiera corresponder a la diosa Atenea, quien socorrió al héroe entregándose el mágico cascabel de bronce. La búsqueda de un halo dramático de extrema luminosidad y tonalidades doradas, con potentes efectos barrocos, es característico de la pintura realizada por el maestro napolitano durante su estancia en España(1692-1702).

Luca Giordano (Nápoles, 1634-1705) gozó en vida, tanto en Italia como en España, de gran popularidad. En la maduración de su estilo influyeron artistas como Mattia Preti, Rubens, Bernini y, sobre todo, Pietro da Cortona, cuyos tipos físicos inspiraron los de Giordano. Durante los últimos años de la década de 1670 comenzó sus grandes decoraciones murales (Montecassino, 1677-1678, y San Gregorio Armeno, Nápoles, 1679), a las que siguió, a partir de 1682, la cúpula de la capilla Corsini en la iglesia del Carmen (Florencia) y las de la galería y la biblioteca del Palacio Médici Ricardi (Florencia). En 1692 fue llamado a Madrid para llevar a cabo las decoraciones murales del monasterio de El Escorial, tanto en la escalera como en las bóvedas de la basílica, donde trabajó entre 1692 y 1694. La primera constituye su obra más esmerada, cuyo proceso siguió muy de cerca el propio monarca, Carlos II. A esta siguió la decoración del despacho y dormitorio (destruido) del monarca en el Palacio Real de Aranjuez. Después se le encargó el del Casón del Buen Retiro (h. 1697); la sacristía de la catedral de Toledo (1698); la decoración de la real capilla del Alcázar (destruido); y San Antonio de los Portugueses (1699), donde Giordano representó ocho escenas de la vida de san Antonio de Padua pintadas sobre tapices, que permiten imaginar el efecto que debían producir los perdidos Trabajos de Hércules del Casón. La llegada de Felipe V en 1701 y el inicio de la Guerra de Sucesión provocó el fin de los encargos reales y su vuelta a Nápoles, aunque continuó enviando pinturas a España.

Lec­ción de anato­mía










 Do­me­ni­co Fe­de­li, co­no­ci­do como “Il Mag­giot­to” (Ve­ne­cia, 1712/13 - 1794).
“Lec­ción de anato­mía”.
Óleo sobre lien­zo.
Me­di­das: 62 x 74 cm; 79 x 91 cm (con marco).
Éste cua­dro, po­dría tra­tar­se de un bo­ce­to pre­vio o una ver­sión, rea­li­za­da por el mismo Do­me­ni­co Fe­de­li del cua­dro “Lec­ción de di­bu­jo”, pin­ta­do por “Il Mag­giot­to” y con­ser­va­do en el Museo Ci­vi­co Luigi Bailo (Tre­vi­so, Ve­ne­to). El cua­dro con­ser­va­do en el museo de Tre­vi­so fue gra­ba­do por el gra­ba­dor An­to­nio Ca­pe­llan (Ve­ne­cia, 1740 – Roma, 1793), in­di­cán­do­nos que la pin­tu­ra fue ya co­no­ci­da en su época. Algo que nos lleva a pen­sar que po­dría exis­tir una se­gun­da po­si­bi­li­dad, que éste cua­dro que pre­sen­ta­mos aquí sea una ver­sión de otro ar­tis­ta, con­cre­ta­men­te de Giu­lia Lama (Ve­ne­cia, ca. 1685-90 – 1743). Dis­cí­pu­la, al igual que Do­me­ni­co Fe­de­li, de la Es­cuo­la Nova de Ve­ne­zia y del pin­tor Gio­van­ni Bat­tis­ta Piaz­zet­ta (Ve­ne­cia, 1683 – 1754); aun­que ambos ar­tis­tas tie­nen una téc­ni­ca par­ti­cu­lar, son coin­ci­den­tes en es­ti­lo, algo que ha lle­va­do a con­fu­sión en al­gu­nas de las atri­bu­cio­nes de sus pin­tu­ras. Con todo, y si te­ne­mos pre­sen­te el gra­ba­do de Ca­pe­llan y la ver­sión del museo de Tre­vi­so, ésta po­dría ser con­si­de­ra­da obra de Do­me­ni­co Fe­de­li “Il Mag­giot­to”.
Do­me­ni­co Fe­de­li asis­tió al es­tu­dio de Gio­van­ni Bat­tis­ta Piaz­zet­ta con tan sólo diez años de edad, su for­ma­ción junto al maes­tro es fun­da­men­tal para en­ten­der su pin­tu­ra. En 1750 se unió a un grupo de pin­to­res ve­ne­cia­nos del Friu­li y un año más tarde, pasó a for­mar parte del Co­le­gio dei Pit­to­ri donde reali­zó di­ver­sas ta­reas de ín­do­le ad­mi­nis­tra­ti­va. En 1756, fue nom­bra­do miem­bro de la Aca­de­mia de Pin­tu­ra y Es­cul­tu­ra de Ve­ne­cia, junto a gran­des nom­bres de la his­to­ria del arte como Gio­van­ni Bat­tis­ta Tie­po­lo, quien era el pre­si­den­te de la Aca­de­mia en aquel tiem­po. “Il Mag­giot­to” con­sa­gró toda su vida a la pin­tu­ra, aun­que tam­bién reali­zó va­rias res­tau­ra­cio­nes pú­bli­cas, ins­pec­cio­nes e in­for­mes ar­tís­ti­cos. Todo ello en Ve­ne­cia, ciu­dad de la que según los cro­nis­tas nunca salió y donde murió en 1794.
Per­so­na­je de avan­za­da edad co­rres­pon­dien­te a la fi­gu­ra del maes­tro, con barba y pelo blan­co, di­ri­ge con su dedo la mi­ra­da del joven es­tu­dian­te hacia una ca­be­za de es­cul­tu­ra clá­si­ca, que el apren­diz in­ten­ta di­bu­jar con pre­ci­sión. A sus es­pal­das, un ter­cer per­so­na­je ajus­tán­do­se las gafas, atien­de a la lec­ción del maes­tro a su dis­cí­pu­lo. El fondo de la com­po­si­ción, lo for­man va­rias es­cul­tu­ras clá­si­cas que nos evo­can al ta­ller del ar­tis­ta. La es­truc­tu­ra trian­gu­lar con las fi­gu­ras a pri­mer tér­mino, eje­cu­ta­das con pin­ce­la­da rá­pi­da y vivaz, mues­tran una po­li­cro­mía pro­pia de la es­cue­la ve­ne­cia­na y sus gran­des maes­tros.
Te­má­ti­ca re­cu­rren­te de los pin­to­res ita­lia­nos de los si­glos XVII y XVIII, he­ren­cia ba­rro­ca en sus for­ma­li­da­des es­ti­lís­ti­cas que evo­can la maes­tría de la pin­tu­ra ita­lia­na de estos si­glos. La re­pre­sen­ta­ción del maes­tro en­se­ñan­do a su dis­cí­pu­lo las dis­tin­tas dis­ci­pli­nas ar­tís­ti­cas, es­pe­cial­men­te el di­bu­jo, es muy ha­bi­tual en la pin­tu­ra cos­tum­bris­ta de la época, la cual pre­sen­ta un tras­fon­do so­cio­ló­gi­co donde el ar­tis­ta dig­ni­fi­ca el arte del di­bu­jo y la pin­tu­ra. Una lucha so­cial ya ini­cia­da por los pri­me­ros maes­tros del Re­na­ci­mien­to ita­liano del Quat­tro­cen­to y que ten­drá su con­ti­nui­dad du­ran­te toda la época Mo­der­na, cuan­do los pin­to­res pe­lea­ban por ele­var con sus teo­rías ar­tís­ti­cas y sus eje­cu­cio­nes pic­tó­ri­cas el arte de la pin­tu­ra y el di­bu­jo, como tam­bién la es­cul­tu­ra y la ar­qui­tec­tu­ra, al nivel de las no­bles artes de la mú­si­ca y la poe­sía.


NATIVIDAD


LUCA GIORDANO (NÁPOLES, 1634-1705)
NATIVIDAD
Óleo sobre lienzo firmado "Jorordanus F."
Medidas: 164 x 205 cm

CABALLERÍA

HENRI-GEORGES-JACQUES CHARTIER (FRANCIA, 1859-1924)
CABALLERÍA
Óleo sobre lienzo firmado y fechado en 1912.
Medidas: 100 x 81 cm

La es­pe­ra




GA­VAR­NI, Paul (París, 1801/1804 - 1886).
“La es­pe­ra”.
Pas­tel sobre papel en­co­la­do a car­tón.
Fir­ma­do en la zona in­fe­rior de­re­cha.
Me­di­das: 33 x 25 cm.

Ca­ri­ca­tu­ris­ta fran­cés na­ci­do en el seno de una fa­mi­lia pobre, co­men­zó su pro­duc­ción ar­tís­ti­ca tra­ba­jan­do como de­li­nean­te pero, sin em­bar­go, pron­to volcó su aten­ción en rea­li­zar las obras de ca­rác­ter ca­ri­ca­tu­res­co que le lle­va­rían al es­tre­lla­to. De esta ma­ne­ra, Ga­var­ni es co­no­ci­do por la rea­li­za­ción de di­bu­jos en los que la vi­ta­li­dad y ex­pre­sión se adue­ñan de sus per­so­na­jes, ge­ne­ral­men­te per­te­ne­cien­tes a las di­fe­ren­tes cla­ses de la so­cie­dad fran­ce­sa, mos­tran­do sus de­bi­li­da­des, vi­cios y de­fec­tos. Ad­qui­rien­do gran éxito gra­cias a sus di­bu­jos, hecho que le llevó a con­ver­tir­se en el di­rec­tor de la re­vis­ta "Les Gens du monde", así como fue­ron pu­bli­ca­dos en "Le Cha­ri­va­ri", aun­que al­gu­nas de sus ilus­tra­cio­nes más áci­das y for­ma­les, fruto de una vi­si­ta a Lon­dres, apa­re­cie­ron en "L'Illus­tra­tion". Fue tam­bién ilus­tra­dor de im­por­tan­tes no­ve­las de Bal­zac. La obra que se pre­sen­ta sigue el len­gua­je de mi­se­ria y de­gra­da­ción que tanto le im­pre­sio­na­ron en la ciu­dad in­gle­sa, mos­tran­do a una mujer a la es­pe­ra de su ma­ri­do, ma­ri­ne­ro que ha mar­cha­do para tra­ba­jar. De esta ma­ne­ra, una ilu­mi­na­ción entre plo­mi­za y pur­pú­rea que en­tin­ta la es­ce­na con tonos fríos, entre bor­go­ña y ce­ni­za, nos acer­ca a la in­ti­mi­dad psí­qui­ca de una muer so­li­ta­ria, pero al mismo tiem­po nos obli­ga a una ob­ser­va­ción dis­tan­te, casi vo­yeu­rís­ti­ca, de­bi­do a que nos aden­tra­mos en una es­ce­na com­ple­ta­men­te ín­ti­ma.

Pareja conversando






CAIN, Georges-Jules-Auguste (1856 – París, 1919).
“Pareja conversando”, 1893.
Óleo sobre lienzo.
Firmada y fechada en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 65,5 x 52,5 cm; 84 x 69 cm (marco).
La obra muestra un interior de una casa, con una gran cantidad de elementos, y está protagonizada por una pareja, situada en el centro de la pintura, conversando. Los objetos que se muestran (lámpara, candeleros, armadura), la vestimenta de los personajes, etc. recuerdan a la conocida como “pintura de casacones”.
La pintura de Casacones, que es la inspirada en los siglos XVII y XVIII y, en Francia, se la conoce también como pintura “de tableautin”. Otra característica es su inspiración en temas galantes, o, como en muchos otros ejemplos, representa mosqueteros idealizados del siglo XVII, etc. Normalmente, este tipo de obras eran de pequeño formato (aunque no siempre), realizadas con una técnica preciosista, y tuvieron gran éxito entre la burguesía del siglo XIX. Además, solían inspirarse o bien en obras de Fragonard, Boucher y Watteau para las escenas galantes, y en Velázquez, Van Dyck, etc. para las inspiradas en el Barroco.
Georges-Jules-Auguste Cain, también conocido como Georges Cain, fue un pintor, ilustrador y escritor francés, especializado en la Historia de la ciudad de París, sus sucesos, sus monumentos y sus teatros. Tanto su abuelo (Pierre-Jules Mêne) como su padre (Auguste Cain) fueron escultores especializados en las figuras de animales de pequeño tamaño.
Georges Cain se formó con Alexandre CAbanel y Jean-Georges Vibert, recibiendo la mayor parte de su influencia de Édouard Detaille. Debutó en el Salon de París del año 1878 (“Fumeur de l’époque Louis XV”), dando inicio a exposiciones regulares en el mismo hasta el año 1900, con distintas pinturas. Entre sus trabajos, es preciso destacar, por ejemplo, sus ilustraciones del “Barbero de Sevilla” de Beaumarchais y de varios trabajos de Honoré de Balzac, además de sus pinturas.

Su trabajo se conserva en colecciones privadas, además de en instituciones como el Musée Baron Gérard de Bayeux, el Misée de Picardie de Amiens, el Musée Carnavalet de París (donde trabajó entre 1897 y 1914), etc.