PÁEZ, José de (México, 1720 – 1790).
Doce óleos sobre lienzo montados como biombo.
Medidas: 156 x 49 cm (cada lienzo); 206 x 67 cm (cada
hoja); 206 x 228 cm (total)
Biombo de cuatro hojas con estructura de madera, con
perfiles tallados, sobre el que se han montado un total de doce
pinturas sobre lienzo, tres en cada hoja. Todas ellas son de temática
religiosa, si bien con composiciones muy diferentes. Vemos imágenes
de santos solos con sus atributos o con ángeles, estáticos, y también
representaciones de la Virgen y de complejas escenas narrativas
del Antiguo y el Nuevo Testamento, como la historia de Sansón y
Dalila.
José de Paéz fue un pintor muy prolífico,
perteneciente a la generación posterior a Miguel Cabrera. Realizó
excelentes retratos y pinturas de castas, así como composiciones
religiosas de diversos tamaños, desde escudos de monja hasta enormes
lienzos que cubrían paredes enteras. Aunque sus obras están
repartidas en iglesias de México y Perú, se sabe que exportó gran parte
de su producción. Se formó con el pintor Nicolás Enríquez, y trabajó
durante toda su vida en su taller de Ciudad de México. No se sabe si Páez
viajó al extranjero, aunque sí se conoce la fama de su trabajo, dadas
las obras que de él existen en diversos países americanos. Trabajó
principalmente encargos para distintas órdenes del virreinato de
la Nueva España, el más rico de la corona por entonces. Está
representado en la Colección Andrés Blastein, el Museo de la Historia
Mexicana, el de América de Madrid, el Soumaya en México, el de la
Casa de Colón en Las Palmas de Gran Canaria y el Nacional de Arte e
Historia Católica de Nueva York, entre otros.
La segunda mitad del siglo XVIII en la Nueva España
estuvo marcada por el auge económico, por lo que los aristócratas las
órdenes religiosas contaron con suficientes recursos para la
construcción de nuevos edificios, o para renovar los que ya existían.
Así, aumenta la demanda de arte religioso, como también del retrato y
de la pintura de castas. En esta época de demanda abundante desarrolló
su obra José Páez, uno de los más destacados exponentes de la escuela
novohispana del siglo XVIII. Su estilo es clasicista, predominando
el dibujo, una línea marcada y expresiva que dota a las figuras de
corporeidad escultórica. Sin embargo, no deja de lado el colorido,
suavemente entonado y muy estudiado, contenido y equilibrado,
como vemos en este conjunto de lienzos. Cabe destacar asimismo el sabio
uso de la iluminación, que modela de forma sutil a las figuras,
dotándolas de volumen y presencia en el espacio, sin necesidad de
recurrir a complejas construcciones perspectívicas.
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