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sábado, 30 de mayo de 2020

Los cuatro Evangelistas








PIETER AERTSEN (Ámsterdam, 1508 – 1575).
Óleo sobre tabla.
La tabla se encuentra reforzada.
Medidas: 127 x 83 cm.
Pieter Aertsen nos ofrece aquí una magnífica composición de temática religiosa, que aúna el sentimiento religioso con un carácter totalmente profano derivado de la maestría del pintor en la representación de los animales, que trascienden su significado simbólico para mostrarse como animales completamente reales, totalmente físicos. La composición es de gran originalidad, típicamente manierista, buscando la tensión expresiva que realza el carácter sagrado y místico de la escena. Vemos a los cuatro Evangelistas en una composición cerrada y piramidal, apretados en un espacio demasiado pequeño para sus monumentales figuras, completamente corpóreas. Los cuatro evangelistas, junto a los símbolos del Tetramorfos (toro, león, ángel y águila), aparecen organizados en tres niveles de profundidad que aportan tridimensionalidad al espacio, gracias al magistral trabajo de perspectiva del pintor. En primer término vemos a san Lucas y san Mateo inclinados el uno hacia el otro, ambos con sus evangelios abiertos ante ellos. San Lucas aparece acompañado por un soberbio todo, con la pluma en la mano, y san Mateo sostiene un cartucho para guardar pergaminos en la mano izquierda, mientras se lleva la derecha al corazón, bajo la atenta mirada del ángel niño. En segundo plano vemos a san Marcos, una figura juvenil de enorme belleza y expresividad, acompañado por un león perfectamente integrado en la apretada composición. Finalmente, en tercer plano, vemos a un san Juan que es realmente un autorretrato del propio Pieter Aertsen, de mirada melancólica y rostro de acusado naturalismo, acompañado por el águila, que porta en el pico un cartucho similar al de Mateo. Las figuras aparecen agrupadas en una pirámide descentrada, que tiende hacia el lado derecho, dejando en el ángulo superior izquierdo un espacio vacío inundado de luz divina, donde aparece el Espíritu Santo en forma de paloma.
Pintor flamenco del periodo manierista, Pieter Aertsen fue el creador de un nuevo género, monumentales escenas que combinan el bodegón con la pintura de costumbres, incluyendo a menudo un tema bíblico en el fondo. Nació y murió en Ámsterdam, entonces una ciudad relativamente pequeña, y allí desarrolló la mayor parte de su carrera, aunque también pintó en Amberes, entonces el centro artístico de los Países Bajos. Sus escenas de género serán de una importancia clave en el barroco, tanto en su país de origen como en Italia, y de hecho sus escenas con campesinos precedieron en varios años a las más conocidas de Pieter Brueghel el Viejo. Aertsen fue discípulo de Allaert Claesz, e inició su carrera pintando asuntos religiosos. Hacia 1550 comienza a representar escenas domésticas, en las que incluía mobiliario, utensilios de cocina y comida con gran realismo y atención a las calidades. Su “Carnicería con la huida a Egipto” (Uppsala, 1551) es actualmente reconocida como la obra inaugural del manierismo nórdico, dado que presenta el tema “menor” de forma protagonista, dejando el asunto religioso en segundo plano. Una similar inversión de la jerarquía de los géneros la encontramos en las obras, unas décadas anteriores, de Joachim Patinir, inventor del género del paisaje. No obstante, a diferencia de Patinir, Aertsen representa de forma clara el tema religioso, aunque éste quede en un lejano segundo plano. A nivel formal, se aprecia en su obra la herencia de Jan Sanders van Hemessen, quien representó numerosas escenas religiosas y morales a través de una visión cercana a la de la pintura de género, con otras de menor tamaño en el fondo, aunque claramente identificables. Ya hacia el final de su vida, Aertsen pintó también obras de tema religioso con un tratamiento más convencional, si bien la mayor parte de ellas fueron destruidas durante la furia iconoclasta del “Beeldenstorm”.

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