Escuela
valenciana, siglo XVII
“Bodegón de frutas con ave”
Óleo sobre lienzo.
Medidas: 42 x 190 cm. (marco: 72 x 210 cm)
Por las características del especial formato horizontal esta obra debió ser realizada como bodegón de sobrepuerta para un refectorio o comedor.
En este lienzo vemos un bodegón apaisado enmarcado dentro del barroco español, con una composición dinámica, prácticamente simétrica y con los elementos situados en dos planos, sobre una mesa que discurre en paralelo al margen inferior del cuadro y ante un fondo oscuro, neutro, sobre el que destacan directamente iluminados por una luz de foco, artificial y dirigida, de carácter escenográfico. Por sus características formales podemos relacionar esta obra con el círculo de Tomás Yepes, protagonista del primer bodegón barroco en Valencia. Aunque comenzó su carrera en la década de 1630 (sus primeras obras documentadas datan de 1632), su trayectoria se prolongó hasta bien entrada la segunda mitad de la centuria, hasta 1674. No obstante, aunque incorporó con el tiempo algunas novedades, su obra no evolucionará demasiado a lo largo de las décadas, lo que hace que sus bodegones de la década de 1670 sean ya arcaizantes, especialmente en el rigor geométrico de sus composiciones. Tomás Yepes fue un autor centrado en el bodegón, especializado en distintos subgéneros: fruteros, bodegones de cocina, aparadores de dulces, frutas en entornos de paisaje, escenas de aves, floreros y maceteros. Se le atribuye también alguna pintura religiosa, aunque se trata de obras de menor interés que sus bodegones. Yepes desarrolló un bodegón de lenguaje muy personal, caracterizado por una gran importancia del naturalismo, una técnica detallista y precisa en la captación de las calidades de las cosas y una gama cromática cálida de tierras, carmines y rojizos típicamente valenciana. En sus obras más tempranas recuerda a pintores castellanos como van der Hamen, pero en época más avanzada denotará la influencia del bodegón napolitano, aunque no sabemos a día de hoy cómo entró en contacto con esta escuela. En general, mantendrá siempre la severidad compositiva y la luz tenebrista, con fondos muy oscuros que remarcan el claroscuro.
A día de hoy conocemos pocos datos sobre su vida, aunque posiblemente es el mismo Tomás Yepes que aparece inscrito en 1616 en el Colegio de Pintores de Valencia. En 1630 aparece documentado en varias actas notariales, ya casado y establecido en Valencia. Ya encontramos bodegones documentados en 1632, aunque su primer cuadro firmado data de 1642. En 1655 es mencionado por Marco Antonio Ortí como autor de las pinturas que se dispusieron en el claustro de Santo Domingo con motivo del segundo centenario de la canonización de san Vicente Ferrer. A día de hoy el corpus más importante de la obra de Yepes se conserva en el Museo del Prado, aunque también está bien representado en el de Bellas Artes de Valencia, la Fondation Raus pour le Tires-Monde de Zurich y el Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid, entre otras destacadas colecciones
“Bodegón de frutas con ave”
Óleo sobre lienzo.
Medidas: 42 x 190 cm. (marco: 72 x 210 cm)
Por las características del especial formato horizontal esta obra debió ser realizada como bodegón de sobrepuerta para un refectorio o comedor.
En este lienzo vemos un bodegón apaisado enmarcado dentro del barroco español, con una composición dinámica, prácticamente simétrica y con los elementos situados en dos planos, sobre una mesa que discurre en paralelo al margen inferior del cuadro y ante un fondo oscuro, neutro, sobre el que destacan directamente iluminados por una luz de foco, artificial y dirigida, de carácter escenográfico. Por sus características formales podemos relacionar esta obra con el círculo de Tomás Yepes, protagonista del primer bodegón barroco en Valencia. Aunque comenzó su carrera en la década de 1630 (sus primeras obras documentadas datan de 1632), su trayectoria se prolongó hasta bien entrada la segunda mitad de la centuria, hasta 1674. No obstante, aunque incorporó con el tiempo algunas novedades, su obra no evolucionará demasiado a lo largo de las décadas, lo que hace que sus bodegones de la década de 1670 sean ya arcaizantes, especialmente en el rigor geométrico de sus composiciones. Tomás Yepes fue un autor centrado en el bodegón, especializado en distintos subgéneros: fruteros, bodegones de cocina, aparadores de dulces, frutas en entornos de paisaje, escenas de aves, floreros y maceteros. Se le atribuye también alguna pintura religiosa, aunque se trata de obras de menor interés que sus bodegones. Yepes desarrolló un bodegón de lenguaje muy personal, caracterizado por una gran importancia del naturalismo, una técnica detallista y precisa en la captación de las calidades de las cosas y una gama cromática cálida de tierras, carmines y rojizos típicamente valenciana. En sus obras más tempranas recuerda a pintores castellanos como van der Hamen, pero en época más avanzada denotará la influencia del bodegón napolitano, aunque no sabemos a día de hoy cómo entró en contacto con esta escuela. En general, mantendrá siempre la severidad compositiva y la luz tenebrista, con fondos muy oscuros que remarcan el claroscuro.
A día de hoy conocemos pocos datos sobre su vida, aunque posiblemente es el mismo Tomás Yepes que aparece inscrito en 1616 en el Colegio de Pintores de Valencia. En 1630 aparece documentado en varias actas notariales, ya casado y establecido en Valencia. Ya encontramos bodegones documentados en 1632, aunque su primer cuadro firmado data de 1642. En 1655 es mencionado por Marco Antonio Ortí como autor de las pinturas que se dispusieron en el claustro de Santo Domingo con motivo del segundo centenario de la canonización de san Vicente Ferrer. A día de hoy el corpus más importante de la obra de Yepes se conserva en el Museo del Prado, aunque también está bien representado en el de Bellas Artes de Valencia, la Fondation Raus pour le Tires-Monde de Zurich y el Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid, entre otras destacadas colecciones
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