Francisco
Llorens Díaz (A Coruña, 1874 – Madrid, 1948).
Retrato de la sobrina del artista frente al Pazo de Martiñán.
Óleo sobre lienzo.
Firmado en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 100 x 70 cm; 115 x 85 cm (marco).
Formado en Madrid, Francisco Llorens fue galardonado con mención honorífica en la Exposición Nacional de 1895, y en 1903 obtuvo una pensión para ampliar sus estudios en Roma. Visita también los Países Bajos, y sigue concurriendo a las Exposiciones Nacionales, siendo galardonado con tercera medalla en 1907. Posteriormente obtendrá también segunda medalla (1908) y primera (1922), títulos que se añaden a otros conseguidos en la Internacional de Barcelona (1907), la Internacional de Buenos Aires (1910) y la Universal de Panamá (1916). Fue también Gran Cruz de la Corona de Bélgica y socio de honor en el Salón de Otoño, así como miembro de número de la Real Academia de San Fernando desde 1943. Tras la interrupción de su actividad a causa de la guerra civil, concluida la contienda es designado socio de honor de la Real Academia Gallega, y alcanza la cátedra de paisaje en la Escuela de San Fernando. Actualmente está representado en el Museo del Prado, la Colección Nova Caixa Galicia, el Museo de Arte Moderno de Madrid, todos los de Galicia y en numerosos de provincias, de España y América.
En la obra que se presenta vemos a la sobrina del artista en un entorno doméstico, en lo que podría ser una sala de estar, sentada en una silla de madera, con la cabeza girada en tres cuartos y con un libro entre sus manos. Una bella blusa blanca con volantes en las mangas aporta gran luz a la retratada, que orna sus orejas con otras blancas perlas. Contrastando con este albo, el fondo de la estancia donde se encuentra destaca por su oscuridad, cediendo así el protagonismo a la joven. Asimismo, dos elementos sobresalen a su lado: un jarrón de cristal transparente con rosas amarillas y un espejo colgado en la pared, ampliando la composición, recurso que fue a menudo utilizado por Llorens en distintas obras retratísticas.
Retrato de la sobrina del artista frente al Pazo de Martiñán.
Óleo sobre lienzo.
Firmado en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 100 x 70 cm; 115 x 85 cm (marco).
Formado en Madrid, Francisco Llorens fue galardonado con mención honorífica en la Exposición Nacional de 1895, y en 1903 obtuvo una pensión para ampliar sus estudios en Roma. Visita también los Países Bajos, y sigue concurriendo a las Exposiciones Nacionales, siendo galardonado con tercera medalla en 1907. Posteriormente obtendrá también segunda medalla (1908) y primera (1922), títulos que se añaden a otros conseguidos en la Internacional de Barcelona (1907), la Internacional de Buenos Aires (1910) y la Universal de Panamá (1916). Fue también Gran Cruz de la Corona de Bélgica y socio de honor en el Salón de Otoño, así como miembro de número de la Real Academia de San Fernando desde 1943. Tras la interrupción de su actividad a causa de la guerra civil, concluida la contienda es designado socio de honor de la Real Academia Gallega, y alcanza la cátedra de paisaje en la Escuela de San Fernando. Actualmente está representado en el Museo del Prado, la Colección Nova Caixa Galicia, el Museo de Arte Moderno de Madrid, todos los de Galicia y en numerosos de provincias, de España y América.
En la obra que se presenta vemos a la sobrina del artista en un entorno doméstico, en lo que podría ser una sala de estar, sentada en una silla de madera, con la cabeza girada en tres cuartos y con un libro entre sus manos. Una bella blusa blanca con volantes en las mangas aporta gran luz a la retratada, que orna sus orejas con otras blancas perlas. Contrastando con este albo, el fondo de la estancia donde se encuentra destaca por su oscuridad, cediendo así el protagonismo a la joven. Asimismo, dos elementos sobresalen a su lado: un jarrón de cristal transparente con rosas amarillas y un espejo colgado en la pared, ampliando la composición, recurso que fue a menudo utilizado por Llorens en distintas obras retratísticas.
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