BOSCO SODI
(México D.F., 1970).
Composición, Barcelona, 2005.
Pintura y materia sobre cartón grueso.
Firmado, fechado y localizado al dorso.
Medidas: 103,5 x 77 cm; 131 x 104 cm.(marco).
En la obra de Sodi impera la conexión con la tierra, con las materias primas vinculadas a cada lugar, por lo que cada pintura está relacionada de forma única con el sitio en la que fue creada. Explora el gesto y la materia en conexión con espiritual, utilizando materiales crudos: pigmentos, aserrín, fibras naturales, resinas, elementos volcánicos... dando un resultado texturado. Afincado entre Nueva York, Barcelona, Berlín y Ciudad de México, Bosco Sodi es un joven y reconocido creador mexicano de formación autodidacta, que se ha convertido en el heredero de la tradición informalista y del expresionismo abstracto. Señala a Rothko y Tàpies como dos de sus maestros; admira al primero por el uso magistral del color, y al segundo por su interpretación del material y su apreciación de la sensibilidad oriental. La obra de Sodi ha pasado por distintas épocas, fruto de su afán de investigación. Según sus propias palabras, utiliza la pintura como “fuente inagotable de nuevas sensaciones”, y la define como “pintura del alma”. El fulgurante cromatismo que se refleja en su obra, y la explosión de vitalidad que contiene, se unen íntimamente con las materias, que dan forma a orografías magmáticas. Para lograr esta expresividad matérica utiliza todo tipo de elementos, desde el serrín hasta la tierra o las limaduras de hierro, además de grandes cantidades de pigmento. Esta conjunción de materiales tiene también que ver con el hecho de que Sodi concibe el acto físico de pintar como algo telúrico; trabaja las materias con las manos, directamente, dándoles forma como un labrador trabaja la tierra. Por otro lado, en su obra también el azar tiene protagonismo: el accidente y lo inesperado actúan como un elemento más, que acaba de dar forma a sus trabajos. A lo largo de su carrera, Bosco Sodi ha celebrado exposiciones individuales en España, México, Italia, Portugal, Colombia, Japón, Estados Unidos y Alemania, destacando entre las más recientes las celebradas en el Museo de San Ildefonso en Ciudad de México y la galería Taka Ishii de Kyoyo (Japón), ambas en 2012. También ha celebrado muestras personales en importantes centros de arte como el Bronx Museum de Nueva York, la Casa de Asia de Barcelona, la Tokyo Wonder Site Shibuya o el Museo Internazionale delle Arti Applicate Oggi de Turín. Asimismo, ha tomado parte en exposiciones colectivas por todo el mundo, y participado en ferias como Art Basel, FIAC, ARCO, FRIEZE, MACO, Hong Kong Art Fair, CORNICE, SCOPE Basel, Los Angeles Art Show, China International Gallery Exposition, Art Cologne, etc.
Composición, Barcelona, 2005.
Pintura y materia sobre cartón grueso.
Firmado, fechado y localizado al dorso.
Medidas: 103,5 x 77 cm; 131 x 104 cm.(marco).
En la obra de Sodi impera la conexión con la tierra, con las materias primas vinculadas a cada lugar, por lo que cada pintura está relacionada de forma única con el sitio en la que fue creada. Explora el gesto y la materia en conexión con espiritual, utilizando materiales crudos: pigmentos, aserrín, fibras naturales, resinas, elementos volcánicos... dando un resultado texturado. Afincado entre Nueva York, Barcelona, Berlín y Ciudad de México, Bosco Sodi es un joven y reconocido creador mexicano de formación autodidacta, que se ha convertido en el heredero de la tradición informalista y del expresionismo abstracto. Señala a Rothko y Tàpies como dos de sus maestros; admira al primero por el uso magistral del color, y al segundo por su interpretación del material y su apreciación de la sensibilidad oriental. La obra de Sodi ha pasado por distintas épocas, fruto de su afán de investigación. Según sus propias palabras, utiliza la pintura como “fuente inagotable de nuevas sensaciones”, y la define como “pintura del alma”. El fulgurante cromatismo que se refleja en su obra, y la explosión de vitalidad que contiene, se unen íntimamente con las materias, que dan forma a orografías magmáticas. Para lograr esta expresividad matérica utiliza todo tipo de elementos, desde el serrín hasta la tierra o las limaduras de hierro, además de grandes cantidades de pigmento. Esta conjunción de materiales tiene también que ver con el hecho de que Sodi concibe el acto físico de pintar como algo telúrico; trabaja las materias con las manos, directamente, dándoles forma como un labrador trabaja la tierra. Por otro lado, en su obra también el azar tiene protagonismo: el accidente y lo inesperado actúan como un elemento más, que acaba de dar forma a sus trabajos. A lo largo de su carrera, Bosco Sodi ha celebrado exposiciones individuales en España, México, Italia, Portugal, Colombia, Japón, Estados Unidos y Alemania, destacando entre las más recientes las celebradas en el Museo de San Ildefonso en Ciudad de México y la galería Taka Ishii de Kyoyo (Japón), ambas en 2012. También ha celebrado muestras personales en importantes centros de arte como el Bronx Museum de Nueva York, la Casa de Asia de Barcelona, la Tokyo Wonder Site Shibuya o el Museo Internazionale delle Arti Applicate Oggi de Turín. Asimismo, ha tomado parte en exposiciones colectivas por todo el mundo, y participado en ferias como Art Basel, FIAC, ARCO, FRIEZE, MACO, Hong Kong Art Fair, CORNICE, SCOPE Basel, Los Angeles Art Show, China International Gallery Exposition, Art Cologne, etc.
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