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miércoles, 25 de julio de 2018

Sin título








Atribuido a ABRAHAM GOVAERTS (Amberes 1589-1626) y FRANS FRANCKEN (Amberes, 1581 – 1642).
Sin título.
Óleo sobre tabla.
Presenta leves repintes.
Medidas: 42,5 x 60 cm; 59,5 x 76 cm (marco).
Govaerts era conocido por sus pinturas de paisajes, generalmente paisajes boscosos con una historia diminuta, tema mitológico o bíblico o una escena de caza. Sus paisajes inicialmente siguieron el estilo manierista del paisaje mundial de tres colores en el que las figuras están entre árboles. Su paleta en el momento exageraba el primer plano marrón y los tonos azules en el follaje. Un ejemplo es la composición Diana y Actaeon (Museo Pushkin, Moscú).A partir de 1620, el aspecto manierista de su paleta fue reemplazado por colores puros y brillantes aplicados con un ligero punteado. Él yuxtapuso varios colores para lograr sombreado gradual y transiciones suaves. Este estilo era más una reminiscencia del trabajo de Jan Breughel el Viejo. Buscó un efecto dinámico en su trabajo al colocar troncos de árboles dramáticos y contorsionados en primer plano y utilizar efectos claros claros-oscuros.Como era común en ese momento, Govaerts a menudo colaboraba con otros artistas que eran especialistas en géneros específicos. Govaerts cuidaría el paisaje mientras estos especialistas pintaban las figuras, los animales o los elementos de la naturaleza muerta. Colaboró a menudo con miembros de la familia Francken como Frans Francken the Younger y Ambrosius Francken I. La amplia producción de Frans Francken el Joven puede dividirse en cuatro etapas. Sus obras de juventud denotan su inicial vinculación con los temas y estilos propios del siglo XVI, con puntos de vista altos y una clara falta de cohesión espacial. Asimismo, utiliza colores locales, especialmente marrones, azules y verdes. Características son sus figuras de grandes ojos negros, logrados a través de toques de negro carbón, que se prolongarán durante toda su carrera. En una segunda etapa, a partir de 1610, su paleta se irá haciendo más clara, a la vez que empieza a ser claramente reconocible por sus temas e interpretaciones. Es el momento de la inclusión de figuras, especialmente mujeres estereotipadas que se repetirán a lo largo de su obra. En un tercer periodo, desde 1620, empiezan a aparecer sus típicas figuras masculinas tocadas con turbante o gorro frigio, mientras que sus composiciones denotan un carácter profundamente ecléctico. La luminosidad general alcanza ahora su cenit, determinando el esquema cromático de la obra y siguiendo en parte la armonización general típica de la escuela flamenca. En la última fase de su producción, a partir de 1630, Francken evoluciona hacia composiciones donde el color local deja paso a tonalidades generales, frecuentemente marrones, siguiendo tanto el estilo de Rubens como el de la escuela holandesa contemporánea. Además de pintura de gabinete, Francken plasmó temas mitológicos y bíblicos, algunas obras de altar y, en colaboración con otros artistas, pintó las figuras en paisajes o escenas de interior de Tobias Verhaecht, Joost de Momper II, Pieter Neefs o Paul Vredeman de Vries, entre otros. Actualmente está representado en las más destacadas pinacotecas del mundo, como el Museo del Prado, el Louvre, el Museo Real de Bellas Artes de Amberes, el Kunshistorisches de Viena, el Hermitage de San Petersburgo y la Royal Collection de Londres, entre muchos otros.

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