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miércoles, 18 de octubre de 2017

Claustro conventual






Juan Luís López García (Santiago de Compostela, 1894 – Madrid, 1979)
“Claustro conventual”.
Óleo sobre lienzo.
Firmado en el ángulo inferior izquierdo. 
Medidas: 100 x 81 cm.; 117 x 101 cm. (marco)
Conocido como “Juan Luis”, fue un pintor gallego formado con Mariano Tito Vázquez en la Escuela de Artes y Oficios de Santiago de Compostela. Posteriormente se trasladó a Madrid gracias a una beca, y allí continuó su formación realizando copias en el Museo del Prado. Nuevas becas le llevarán a París en 1916 y, en 1930, a Italia, Suiza y otras ciudades Francia. Desde 1917 participó asiduamente en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, donde obtuvo tercera medalla ese mismo año y segunda en 1922. Décadas más tarde, en 1943, alcanzará por fin la primera medalla por el cuadro “Mujeres marineras”. En un primer momento, Juan Luis se especializó en temas literarios, para más tarde centrarse en el paisaje gallego y en las escenas costumbristas. También abordó otros temas, como el religioso, recibiendo incluso encargos como el retablo de la iglesia de Arcos de Furcos (Cuntis). Compaginó la práctica artística con la docencia, obteniendo en 1942 una cátedra en la Escuela de Bellas Artes de Sant Jordi, en Barcelona. Actualmente está representado en el Museo del Prado (obra en depósito en el Museo Reina Sofía), la Colección Afundación, la Abanca y otras.
En la obra que ahora presentamos el artista nos sitúa en el interior de lo que parece un edificio religioso, abierto mediante ventanales al exterior. El pintor emplea una técnica libre y suelta, de pincelada ligera y espontánea, poco dibujística, y demuestra su pericia técnica en la captación lumínica, que dota de una particular poética, de un delicado lirismo, a este espacio arquitectónico. La luz penetra a raudales por la puerta y las vidrieras, alternándose los planos fuertemente iluminados con las zonas en penumbra, que corresponden a los muros. Esta alternancia, con la que ya trabajó el gran Velázquez en Las Meninas, creando un modelo retomado por innumerables artistas, contribuye sin duda a la construcción de la perspectiva aérea, del espacio y la profundidad, de la galería representada, al fondo de la cual se vislumbran los matizados brillos dorados de lo que parece ser un gran retablo barroco.

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